Colombia, país de soberbia geografía bendecido por sus tres cordilleras; occidental, central y oriental que embellecen cualquier fotografía. Paisaje invadido de diferentes especies de aves que hacen del cielo un arcoíris de música y color. Su río Cauca, es uno de los más importantes de Colombia, le atribuyen nueve ríos que corren por el territorio plano denominado Valle del Cauca, uno de los 32 departamentos dibujados en el mapa de América del Sur.
Somos más de 50 periodistas de diferentes países (Argentina, Brasil, Chile, Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Alemania, Venezuela, Panamá y República Dominicana) a bordo de una “chiva”, tan colorida y alegre como ellos. Trepamos por caminos montañosos, como lo hacen las chivas, pero en un intento de bus rural, adaptado para transportar mercadería en el techo y a nosotros en sus asientos. Transporte emblema de la cultura colombiana declarado patrimonio cultural, símbolo identitario original, divertido y muy atractivo para el turista.
En el techo se mezclan los sabores del buen café, el plátano y las frutas tropicales junto a cualquier mercadería que pueda sobrevivir el zigzagueo montañoso.
Atravesamos los pueblos agrícolas contemplando sus cultivos y haciendas, típicos del Valle del Cauca. Aquel valle romantizado por Jorge Isaac, en su inmortal novela María. Mientras subimos imagino a Efraín contemplando solitario el infinito campo que rodea la hacienda, pienso en María y sus trenzas que cuelgan a un costado, adornadas de las flores recién recogidas que dejaría en la habitación de su enamorado. Y creo verlos jugar al amor.
El paisaje no debe haber cambiado tanto, desde que Isaac describió tan bellamente la postal que hoy contemplo, acalorada bajo la sombra de mi sombrero tejido a mano.
Llegamos al único páramo colombiano, ubicado en el corregimiento de Fenicia, el “páramo del duende” donde nacen fuentes hídricas claves para el abastecimiento hídrico de los municipios de Calima, Riofrío y Trujillo.
Este nudo fluvial forma pisos térmicos a 1.800 msnm donde nacen los nueve ríos que desembocan en el océano pacífico y atlántico. De allí el nombre de la “Corporación Turística 9 Ríos», los anfitriones de esta hazaña periodística.
Varias son las leyendas en torno al duende, lo cierto es que para los ciudadanos este lugar representa su mayor riqueza. Se hacen llamar los hijos del duende, con muchas anécdotas atrapantes que giran en torno al cuidado y preservación de toda la riqueza natural que nos rodea. Cada mes de octubre festejan a lo grande La fiesta del páramo del duende.
En el municipio de Riofrío viven 14 mil habitantes aproximadamente, son productores de café, caña de azúcar, ganadería, son ricos en naturaleza y avifauna. Su actividad principal recreativa es bañarse en las aguas frías y cristalinas, gracias al espectacular clima que tienen durante todo el año.
A partir de nuestra visita, Fenicia pasará a ser pueblo emergente como destino turístico así nos cuenta Marco Tulio Flores, presidente de la corporación. Hace seis años la dirige y junto a la alcaldía se encuentran articulando labores públicas y privadas para atraer a más turistas.
Una experiencia muy original
Almorzar en una caballeriza resulta muy extraño. Fonda María es un emprendimiento creado por un aficionado a los caballos que siempre quiso tener un establo a la antigua.
Cuenta Emilio Miller que era la casa de su abuela Maria, a quien le dedicó el nombre de su restaurante, quería que sus clientes dejarán sus caballos abajo y pudieran subir a la habitación, como en la edad media, y escuchar los caballos durante la noche.
Durante la pandemia la gente empezó a pedirle comida y así surgió la experiencia de un restaurante con caballos.
Se ingresa al establo por los boxes donde hay alfalfa, monturas, riendas, lazos y herraduras. Mientras te ubicas en algún mesón de madera se puede ver las cabezas de los caballos asomarse para recibir las caricias de visitantes, inclusive se permite montarlos. Una cocina a la vista y un mirador a los profundos verdes del Valle del Cauca.
Colombia, enriquecido naturalmente con sus nevados, volcanes, ríos y fauna. Embellecido por sus multietnias; razas negras, indígenas y zambos. Su cultura y música son su razón de ser, reflejan un pueblo cien por ciento latino, amable, alegre, respetuoso y por sobre todo agradecido. El colombiano dice “Mi país” para referirse a su tierra, se da cuenta que eres visitante y fija su mirada atenta, expresa “Bienvenido” y “Con mucho gusto”, continuamente. La tristeza no existe en el diccionario colombiano, todo es melodía; en la calle, en el taxi y más aún en esta chiva que avanza sin temor, mientras encuentra una huella.
El recorrido sigue por otros pueblos y ciudades de casas muy coloridas, cada calle es una paleta de pintor diferente, esto identifica que pertenecen al PCC (paisaje cultural cafetero), iniciativa creada en el departamento El Quindío, perteneciente al eje cafetero, imitada por el resto de los municipios y departamentos que integran ese paisaje con el fin de captar la atención de quienes los visitan.
Ubicación
Corregimiento de Fenicia, Municipio de Riofrío, Departamento del Valle del Cauca, Colombia, Sur América.
Fonda María IG fondamaria_fenicia
