Nariño
 - Colombia

Nariño: Donde el verde es de todos los colores

Así lo describe el poeta nariñense Aurelio Arturo, y cuánta razón tiene sobre la belleza del departamento ubicado al sur de Colombia. “Un tapiz de retazos donde el verde es de todos los colores”, así será el paisaje que nos acompañará lo que dure el viaje de la OMPT (Organización mundial de periodismo turístico) en la diversidad colombiana.

Pasto, capital del departamento ubicado a 2530 msnm donde sus habitantes descansan en las faldas del volcán Galeras o Urcunina (para los indígenas del siglo XVI), representa el corazón de esta ciudad y es el más activo de Colombia.
El trayecto desde el aeropuerto Antonio Nariño hasta la ciudad es un viaje en colores, los diferentes cultivos se mezclan en las colinas que van formando eso “retazos”: café y cítricos, café y plátanos, de allí el sabor de un café con notas cítricas gracias a la fertilidad de sus suelos volcánicos. Esto destaca a Nariño su producción cafetera de calidad a diferencia de su volumen.

El cuy es un emblema del departamento y es común ver los criaderos de cuy. Es valorado por su alto contenido de proteínas, vitaminas y minerales, y bajo en grasas y colesterol. Lo consumen con ingredientes autóctonos como papa, maíz y granos andinos. Cada plato es un viaje a la cultura ancestral.

Nariño fue un punto de encuentro de diversas comunidades religiosas de la Iglesia Católica de Roma, quienes fueron llegando desde el siglo XVI, y veremos su legado a lo largo de nuestro recorrido por el departamento. En Pasto encontramos más de 16 templos religiosos, por algo la llaman “ciudad teológica”. El turismo religioso es un gran potencial para la ciudad.

Durante la visita a los municipios Sandoná, Consacá, Ipiales, Guachucal y Ospina veremos que la producción agrícola es la principal actividad económica del departamento. Existen más de 50 variedades de papas que comercializan y distribuyen en todo Colombia, inclusive exportan a Ecuador y Venezuela. En el municipio Ospina (ubicado a 78 km de Pasto) esta actividad involucra a todo el núcleo familiar, los hijos nacen cosechando papa y saben que heredarán esa tarea paralela a sus estudios. Y se está incentivando a pequeños parceleros al desarrollo de una actividad turística que permita al visitante vivir una experiencia en sus huertas. 

Los cañaverales de azúcar tienen su protagonismo, pero no para el azúcar sino para la elaboración de la panela, bebida religiosa del nariñense. En la producción de panela y derivados, la mayoría realizadas de manera artesanal, logran combinaciones con sabores deliciosos y refrescantes; panela con maracuyá, jengibre, pomelo, zapallo, naranja o limón. En Sandoná se puede degustar la gelatina de pata endulzada con panela, la textura es suave y esponjosa, el sabor dulce se puede combinar con queso, leche, frutos secos y otros toppings. Desde 2026 la empresa familiar Dulce Guerreroz produce este innovador producto que llama la atención por su forma de elaboración in situ.

Si de trabajo artesanal se trata el municipio de Sandoná lidera la lista con sus tejidos en palma de iraca. La palma es familia de las ciclantáceas y se cultiva en las zonas más cálidas de la región como Linares, de donde son los maestros y cultivadores de la fibra. Luego, las artesanas tejedoras compran diferentes calidades de hebras para elaborar cada producto. 

“El tejido es su única actividad económica basada en el conocimiento de la madre Dolores Erazo, quien hoy es maestra de maestros a nivel nacional donde cada día enseña a sus hijos y vecinas su saber. En el taller de diseños María, donde trabajamos 80 mujeres madres cabezas de hogar, se creó una asociación de mujeres que aprendieron en la escuela taller diseños”, nos cuenta María en su taller de diseños.

Si caminas por la zona alta del casco urbano se encuentra el barrio San Francisco, el corazón artesanal de Sandoná. 

Se puede ver la técnica ancestral, observar de cerca el proceso de tejido, conversar con los artesanos y adquirir piezas auténticas directamente de sus creadores.

Los artesanos transforman la paja toquilla en verdaderas obras de arte, desde los icónicos sombreros hasta delicadas figuras decorativas y accesorios únicos.

Lo curioso, es que en este pequeño municipio de apenas 21.500 habitantes, se proyecta al cielo la imponente Basílica Nuestra Señora del Rosario de estilo neogótico construida en piedra sillar. Tiene dos torres de 60 metros de altura, tres naves y cinco entradas. Se ubica en la plaza principal y es digna de una postal.

A la Basílica Nuestra Señora del Rosario la consideran hija del Santuario de Las Lajas, el arquitecto que diseñó el templo más hermoso del mundo, el señor Lucindo Espinosa, es el padre del arquitecto Julian Espinosa, quien diseñó esta hermosa basílica en Sandoná.

Curiosidades:

  • Este famoso templo fue declarado Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional por el Ministerio de Cultura en 1999.
  • Las piedras lajas de la Basílica fueron encontradas en una antigua mina indígena cercana al río Ingenio.
  • Su construcción se tardó 15 años, fue financiado con festivales, bingos, bailes y demás, donde la comunidad aportó su granito de arena para dicho fin.

La producción láctea, o como la llaman el oro blanco, en el municipio Guachucal, “el cielo más cerca de las estrellas” (ubicado a 100 km de Pasto) conserva el trabajo rural ganadero con la producción de quesos y derivados innovando en sabores y combinaciones. Son 24 microempresas que generan cada una 25 empleos directos y 50 indirectos. Pero ahora intentan ingresar al mapa turístico a través de la Vía Láctea. Un producto turístico que consiste en: Llegada a Nalnoa Real Hotel, Noche mágica para contemplar las constelaciones, visita a la empresa de producción de quesos, cata de vinos y quesos, visita a fincas campesinas, artesanías y gastronomía. 

Nariño propone un turismo de conexión con la naturaleza, lo ancestral y lo religioso, disfrutando de la biodiversidad que ofrece en todo el territorio. Desde la costa pacífica pasando por los nudos cordilleranos, sus ríos y la amazonía.

En el asentamiento El Encano encontramos uno de los espejos de agua más grandes de Colombia, el lago Guamuez o laguna de La Cocha. Es un gran embalse natural de origen glaciar y placas volcánicas. Sus brazos forman canales por donde navegan lanchas que representan la principal actividad de esta zona ya que la pesca deportiva y el turismo con la naturaleza son sus principales imanes. Los paseos se hacen hacia Sindamanoy y la isla de la corota donde está el santuario de flora y fauna muy bien conservado y los Andes se unen con la Amazonia colombiana. 

Le dicen la “Venecia colombiana” la llegada de un suizo impuso el estilo chalet suizo en las construcciones, de madera y coloridas, le dan a La Cocha un toque europeo. Cualquier viajero se enamora de este lugar y puede cambiar sus planes de viaje. 

Recibieron el reconocimiento Globo Azul, por ser el mejor humedal conservado alrededor del mundo. Además se destaca el desarrollo social, productivo y de conservación donde las fincas se convirtieron en reservas naturales y se practica el ecoturismo. 

El área de conservación de 35 años formaron bosques secundarios para visitas y en los bosques primarios, que no están intervenidos, hay pumas, lobos, zorros y tapir. En algunos campos las parcelas se cultivan para el consumo y venta o trueque.

El rincón histórico de Colombia se encuentra en Consacá (14.800 habitantes) , ubicado a 54 km de Pasto, un municipio de paisajes espectaculares y una geografía singular en las faldas del volcán Galeras. Aquí se llevó a cabo una de las batallas más sangrientas  dentro de la llamada Campaña del Sur, liderada por Simón Bolívar. Sin embargo le atribuyen a la “Batalla de Bomboná” uno de los acontecimientos más importantes dentro de la gesta libertaria de Colombia.

Actualmente, un paseo peatonal recientemente inaugurado relata los hechos históricos, la famosa “piedra de Bolivar” imágen que los archivos históricos arrojan cuando Simón Bolivar se sentó a descansar luego de la cruenta batalla.

Pero la historia indígena de la región la encontramos en el Museo del Sol, una iniciativa del profesor Orlando Portillo. El sitio guarda la herencia indigena con piezas de 500 a 700 años de antigüedad, con el propósito de conservarla y transmitirla a las nuevas generaciones. 

Muy cerca de la frontera con Ecuador, se encuentra la pequeña ciudad andina de Ipiales. Es conocida por su cercanía con el Santuario Las Lajas, un sitio de peregrinación católico. Su alta iglesia de estilo gótico y su puente con arcos cruzan el río Guáitara en una garganta de laderas empinadas al sureste de la ciudad.

Cuenta la historia que alrededor de 1754 la imagen de la Virgen del Rosario fue descubierta por una indígena María Mueses de Quiñones y su pequeña hija Rosain, cuando se dirigían de Ipiales a su casa en Potosí; al verse sorprendidas por una tormenta, María y su hija, buscaron refugio a la vera del camino entre las oquedades formadas por las piedras planas y anchas o losas naturales (lajas) inmensas que caracterizan esa zona del cañón del río. Para sorpresa de la madre, la niña que hasta ese momento era considerada sordomuda llama su atención con las palabras: «Mamita, la mestiza me llama…» señalando la pintura seguramente iluminada en forma sugestiva por los relámpagos.

El Santuario de las Lajas es una maravilla arquitectónica en medio de la naturaleza. La edificación actual, construida al principio del siglo XX, sustituyó una capilla que databa del siglo XVIII y es una iglesia de piedra gris y blanca de estilo neogótico, a imitación del gótico del siglo XIV, compuesta de tres naves construidas sobre un puente de dos arcos que cruza sobre el río Guáitara.

La altura del templo, desde su base hasta la torre es de 100 metros, y el puente mide 50 metros de alto por 17 metros de ancho y 20 metros de largo.

Datos:

  • La primera etapa abarca la construcción de una choza de madera y paja, con una duración de 40 años.
  • La segunda, la construcción de una capilla con materiales de ladrillo y cal, con terminación en cúpula.

«El primero de enero de 1795 se comenzó a trabajar la piedra de cantería para la capilla de Nuestra Señora de las Lajas y en ese día se gastaron veinticinco pesos en socorrer a los indios canteros que vinieron de la villa (Ibarra). Seguramente, a principios de 1796, se dio de lleno a la mencionada construcción y, de allí en adelante, siguió el curso de la obra con generosidad, diligencia y constancia, poniendo al servicio de ella los escasos ingresos que percibía la parroquia, el trabajo de las propias manos de los habitantes y la amplia cooperación de varios arquitectos ecuatorianos. Después de siete años de constantes esfuerzos, se construyó la capilla que contaba con 7 m. de largo por 6 m. de ancho«[. (Resolución 1592 de 2006 del Ministerio de Cultura de Colombia).

La tercera es el ensanchamiento del edificio en dirección suroccidente, con la intervención del arquitecto ecuatoriano Mariano Aulestia, edificación que duró más de un siglo causando admiración por su atrevida construcción. 

  • En 1951 la Santa Sede decretó la coronación canónica de Nuestra Señora de las Lajas y el santuario es basílica menor desde 1954.
  • En 1984 el santuario es declarado monumento parte del patrimonio cultural del país, mediante Resolución 007 del 28-12-1984 del Gobierno colombiano.
  • En 2006, mediante Resolución 1592 de octubre de 2006, se declara la Iglesia Nuestra Señora de las Lajas, como Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional.
  • En 2007 el santuario de las Lajas es considerado una de las siete maravillas de Colombia al obtener la segunda votación más alta; solo superada por la Catedral de Sal de Zipaquirá, en un concurso convocado por el periódico colombiano «El Tiempo».
  • En 2015 el diario británico The Daily Telegraph eligió al Santuario de Las Lajas de una lista de 23 iglesias como la iglesia más bella del mundo por su ubicación y arquitectura

La chaza es el deporte que representa el orgullo campesino. Requiere mucha fuerza y destreza, se asemeja al tenis aunque la raqueta es mucho más pesada y de otro material. Se juega en un campo rectangular de unos 100 a 110 metros de largo por 10 de ancho.

Es un deporte de bajo costo, accesible y con posibilidad de practicarlo en cualquier espacio abierto. Representa un punto de encuentro social y familiar.Tiene raíces ancestrales, es parte del patrimonio cultural de Nariño y se está convirtiendo en deporte nacional.

Nariño: Donde el verde es de todos los colores - Ojos del Mundo

Retomando la cita del nariñense Aurelio Arturo, quien poéticamente adjetiva a la perfección los soberbios paisajes de Nariño, me atrevo a afirmar que solo basta convivir con su generosa biodiversidad para desear regresar. Así sea por lo hipnótico de sus paisajes, por la energía atractiva de sus volcanes, los sabores gastronómicos o la cálida acogida de sus anfitriones. Nariño es un destino para volver.

Agradecimientos:

Elisabeth Mora Ascuntar, presidente de Ayllu Asociación de Guías Profesionales de Turismo. 

Norma Reina, presidente de Asociación Morada al Sur Red de Alojamientos Rurales de Nariño.

Guías Profesionales de Turismo:

Bióloga: Gloria Pantoja 

Experta en seguridad vial: Claudia Cabrera 

Comunicador social: Manuel Zarama

Guías: Edgardo Chamorro, Mauricio  Burbano, Gilberto Josa, Luis Edmundo Villota

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