Sobre sus tierras se desarrollaron importantes culturas precolombinas y se asentó la colonización española. Hoy en día es punto clave del turismo nacional e internacional, pues cuenta con playas y paisajes desérticos extraordinarios, y un sinfín de atractivos como las Líneas de Nasca que son Patrimonio de la Humanidad.
No hace falta cruzar el planeta hasta Medio Oriente para vivir una aventura entre dunas, oasis y paisajes exóticos. Perú tiene un lugar para vivir esa experiencia: se llama Ica. Aunque el lugar guarda sus misterios, vestigios de civilizaciones antiguas y una geografía de cine, no es necesario emprender un viaje desafiante. Entre Lima e Ica hay unos 300 km de distancia. El destino es un imán para los extranjeros, que se ven atrapados por el magnetismo de una región que combina encantos naturales y secretos de culturas ancestrales como la Paracas y Nasca. Además, llegar a Ica desde la capital peruana es simple, pues toma alrededor de cuatro horas por la carretera Panamericana Sur.
Un oasis en medio del desierto
Una primera parada es la laguna de la Huacachina, un mágico lugar rodeado de palmeras, dunas y naturaleza que atrae a muchos turistas, que suelen transitar por su extenso malecón. Desde la cima de sus cerros de arena se puede observar este vibrante oasis en el que se puede caminar por las dunas y tomarse fotos espectaculares durante el atardecer. Esta localidad cuenta con una gran oferta de hoteles y restaurantes, que se ubican alrededor de la laguna.
Un paraíso con paisajes asombrosos
Un atractivo imperdible para los que visiten la región Ica es la Reserva Nacional de Paracas, un lugar con impresionantes acantilados y hermosas playas bañadas por el océano Pacífico. Cuenta con una extensión de 335 mil hectáreas y es hábitat de una gran variedad de aves y especies marinas. Cuenta con playas en las que se pueden realizar actividades náuticas como kayak o windsurf, y otras que son ideales para el descanso, como La Mina, de aguas turquesas, y Yumaque, de arena blanca. También se recomienda visitar el Museo de Sitio Julio C. Tello, que muestra toda la riqueza de la cultura Paracas. Este destino, que cuenta con cómodos hospedajes hasta hoteles de lujo, también posee un enorme y hermoso desierto que puede ser recorrido en camionetas 4 x 4.
La jornada puede culminar con un glamping en sus dunas, en el que se disfruta de picnics o cenas exquisitas en medio de un confortable ambiente con carpas, cojines, alfombras y antorchas que iluminan ese inolvidable momento.
Naturaleza en medio del Pacífico
Si se está en la Reserva Nacional de Paracas, no se puede dejar de visitar las Islas Ballestas, un destino lleno de vida y belleza. Los viajeros realizan un recorrido en lancha para llegar a este paraíso en el que se puede apreciar la gran fauna que lo habita: lobos marinos y diversas aves como zarcillos, gaviotas, pelícanos, cormoranes y encantadores pingüinos de Humboldt. Los visitantes también podrán observar las formaciones rocosas y arcos naturales de estas islas, y el impresionante geoglifo del Candelabro que se encuentra en el camino.
Geoglifos que asombran al mundo
El viaje puede culminar en uno de los más increíbles atractivos que tiene Ica: las Líneas de Nasca, que son Patrimonio de la Humanidad. Se trata de enormes y antiguas figuras geométricas y zoomorfas dibujadas en un extenso terreno del sur de esta región, que pueden ser apreciadas desde el aire. Estos casi 800 geoglifos, creados entre los años 500 a. C. y 500 d. C., cubren alrededor de 450 km2 y pueden llegar a medir hasta 275 metros de longitud.
La Ruta del Pisco
Durante esta travesía, los viajeros pueden aprovechar para realizar la Ruta del Pisco que invita a conocer más sobre esta bebida emblemática del Perú. Se trata de un circuito que permite visitar las principales bodegas y viñedos, ver el proceso de elaboración de la bebida y probar deliciosos cócteles como el Pisco Sour y el Chilcano. Por ejemplo, se puede visitar las bodegas La Caravedo, Viña Tacama, Viñas Queirolo, Tabernero, Bodega 1615, entre otros.
Cómo llegar a Ica
Desde las ciudades de Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, Salta y Rosario se puede viajar vía aérea a Lima, y desde la capital peruana se puede ir a la región Ica por la carretera Panamericana Sur.
